Trabajamos no solo con la parte consciente sino, que también, profundizamos con la parte inconsciente de la personalidad. De esta forma, el paciente entiende y conoce sus emociones, sentimientos, pensamientos y comportamientos de una manera más completa.
Logramos saber por qué se repite un comportamiento inadecuado, perjudicial o dañino para el paciente, a pesar de saber que le hace sufrir. Cuando él mismo es consciente de ello, inicia su proceso de cambio.