Muchas personas necesitan apoyo psicológico tras una ruptura de pareja ya que se encuentra entre las experiencias más dolorosas y más comunes que se pueden experimentar a lo largo de la vida encontramos la ruptura en una relación de pareja.
Las circunstancias de la ruptura pueden ser diferentes y la decisión de separarse puede tomarse juntos o individualmente, lo que puede conllevar consecuencias y maneras diferentes de superar el duelo.
La ruptura para algunas personas puede ser algo emocionalmente traumático y a veces se necesita ayuda psicológica. En cualquiera de los casos, el duelo es una reacción natural y es normal que el proceso sea doloroso aunque normalmente no dura más de seis meses. Este proceso tiene 6 etapas:
- Incredulidad inicial: si la ruptura es inesperada;
- Negación: para amortiguar el dolor se intenta negar lo ocurrido. Por ejemplo, no se informa a la familia o a los amigos de la ruptura;
- Dolor intenso y tristeza: los pensamientos son negativos y fijados en la ex pareja. Los hábitos de sueño y alimentación pueden cambiar;
- Rabia e ira: los sentimientos de tristeza dejan paso a los de rabia. La persona se siente herida y experimenta resentimiento y rencor;
- Aceptación: el individuo deja de pensar a cada momento en la ex pareja y empieza a disfrutar de la compañía de los demás y a encontrar cierta paz;
- Resolución: hay una aceptación de la nueva condición. Los hábitos y actividades que se habían dejado se retoman y se sigue adelante.
Algunas veces estas etapas no se cumplen y la persona parece estar atrapada en un estado de tristeza y desesperanza con un posible deterioro en su salud. En este caso hablamos de duelo patológico y se necesita ayuda de un profesional (si no se interviene podría acabar en trastorno depresivo).
Algunas personas ponen en marcha una serie de conductas desadaptativas intentando volver con la ex pareja, por ejemplo: llamadas y mensajes continuos, ir a los sitios donde podría estar la ex pareja, etc.
Todo esto acaba destruyendo la autoestima y conllevando respuestas hostiles o indiferentes por parte de la otra persona.
Con el apoyo psicológico se ayuda a la persona a reconocer y expresar sus sentimientos, recuperar su autoestima, abandonar conductas desadaptativas e identificar pensamientos negativos que interfieren con el proceso de duelo.